LOS GUARDAMETAS


Uno de los puestos más estresantes, peligrosos, ingratos, controvertidos y, a veces, poco reconocidos que existen en el fútbol es el del portero, guardameta, guardavallas, cancerbero, golero, arquero, o como le queramos llamar, ya que a todos estos nombres responde el jugador encargado, y máximo responsable, de no encajar ningún gol durante el transcurso de un partido de fútbol. Además de esta labor fundamental de su cometido, tiene otras, desde mi punto de vista un escalón por debajo en importancia, como son: tener destreza en el juego de pies con el balón, mandar y colocar a toda la línea defensiva, buen posicionamiento (lo que usualmente llamamos colocación) entre los tres palos de una portería, anticipación a la acción de los delanteros contrarios, y un largo etcétera de cualidades anejas a la fundamental, que es impedir que cualquier balón llegue al fondo de las mallas. Ningún jugador de campo tiene más responsabilidad en el desarrollo del juego que un portero de fútbol.

Es más, y soy tajante, un arquero no puede permitirse un fallo grave en su cometido, ya que, en la gran mayoría de los casos, esa circunstancia tendrá consecuencias graves para el resto del equipo e, incluso, podrá influir decisivamente en el resultado final de una contienda. Frecuentemente, el fallo de un arquero suele terminar en algo irreparable para el devenir del equipo, y todo ello sin contar con la pérdida de confianza o la duda que una acción de este tipo acarreará a propios (compañeros) y extraños (público en general). 

Durante el desarrollo de un partido, el portero de cualquier conjunto podrá parar cuanto se le venga encima. Realizará paradas imposibles, atajará disparos a bocajarro, se jugará el tipo frente a los contrarios las ocasiones que sean necesarias, dará pases o asistencias de gol desde su portería, pero como tenga un fallo grosero y ese fallo cueste un gol, aunque a la postre se termine ganando el partido, este guardameta quedará marcado para siempre por esa actuación. No quiero pensar si esta desgracia se repite en algún otro partido, o que un infortunio de este tipo cueste el triunfo final, porque pasará a la historia por ese hecho en concreto, no por los positivos que ha tenido a lo largo de su carrera. Y ejemplos de esto existen unos pocos.

Es lamentable que este relevante cometido, el del cancerbero, no esté suficientemente valorado por los estamentos que regulan las normas imperantes en el día a día futbolero, ni por los de dentro de ese mundillo ni por los de fuera. Y con un ejemplo basta para comprender lo que quiero decir: es irritante comprobar que durante los 68 años desde que se institucionalizó el premio, tan solo un guardameta se haya hecho merecedor de este galardón. El afortunado fue el legendario meta soviético Lev Yashin, quien lo obtuvo en el año 1963, cuando militaba en el Dinamo de Moscú. Desde entonces, el más absoluto vacío.

Después de esta amarga y larga perorata reivindicativa en favor de los arqueros, hoy quería hablar de aquellos cancerberos goleadores y que a veces resultaban ser más goleadores que algún delantero de su equipo. Para no hacer excesivamente larga la nota, detallaremos solo los más significativos.

El primero de ellos es Rogério Ceni. Este portero brasileño desarrolló toda su carrera futbolística en el Sao Paulo FC, equipo con el que jugó más de 1100 partidos. Consiguió la formidable cifra de 132 goles, consiguiendo, además, 2 en un mismo partido. Todo un fenómeno. Era tan buen portero como goleador. Su récord tardará en superarse, si es que llega a ser superado, pues, como veremos a continuación, los porteros goleadores que le siguen quedan a bastante distancia.

José Luis Chilavert, El Guerrero Guaraní, pues es paraguayo de nacimiento, es el segundo en la lista. Consiguió a lo largo de toda su carrera un total de 62 goles, de los que 48 los hizo en el equipo de sus amores, el Vélez Sársfield. Debutó muy joven, a la edad de 15 años, en el CS Luqueño de la 1.ª división paraguaya. Ha jugado también en San Lorenzo de Almagro, Real Zaragoza (España), Racing de Estrasburgo (Francia) y Peñarol (Uruguay). Fue todo un pionero en esto de marcar goles, ya que fue el primer arquero en conseguir un gol de tiro libre directo y también el primer y, hasta ahora, único portero en conseguir un hat-trick.

Jorge Campos, mexicano de nacimiento, es otro de los clásicos porteros-delanteros. Al igual que a su colega colombiano Higuita, le gustaba más jugar fuera que dentro del área. Trotamundos del fútbol, pues militó en un sinfín de equipos (mexicanos y estadounidenses). Marcó, hasta ahora, un total de 47 goles. Todavía se le recuerda por lo arriesgado de su juego como arquero y, sobre todo, por lo extravagante y el colorido de sus indumentarias. En la actualidad, y pese a sus 59 años, se mantiene en activo, jugando al día de hoy en el México FC de la 3.ª Federación Española (5.º nivel).

Johnny Vegas, otro trotamundos del fútbol, en este caso del fútbol perudano, ya que jugó, nada más y nada menos, que en 15 equipos de este campeonato. Anotó a lo largo de su actividad un total de 45 goles. Fue internacional con Perú y jugó, entre otros, en Sporting Cristal, FC Melgar, Cienciano, Alianza Atlético y otros 11 clubes más.

Dimitar Ivanov era un guardameta búlgaro de allá por la mitad de los años 90 hasta la primera década de los 2000, que militó en el Levski Sofía de la 1.ª división búlgara. Tras una década en el Levski, pasó por los clubes turcos Kayserispor y Bursaspor, terminando su carrera en el Anorthorsis Famagusta chipriota. Marcó a lo largo de su carrera como jugador un total de 43 goles, dándose la circunstancia de que todos fueron desde el punto de penalti. Un verdadero especialista.

El colombiano René Higuita, apodado «El Escorpión», por su tendencia a hacer un tipo de paradas que así se denominan, fue tan buen portero como excéntrico personaje. Era lo que podemos considerar un portero-jugador, pues le gustaba salir del área y sumarse al ataque o, cuanto menos, sacar el balón controlado desde el mismo arco. Consiguió un total de 41 goles en su carrera y defendió hasta un total de 15 camisetas de clubes diferentes de distintos países, aunque su club de siempre fue el Atlético Nacional de Medellín.

Ahora haremos referencia a un portero alemán, Hans Jörg Butt, quien con un total de 38 goles se hace merecedor de ser reconocido. Militó durante su trayectoria deportiva en equipos como el Hamburgo SV, Bayern Münich, Bayern Leverkusen y el Benfica portugués. Fue convocado por la selección alemana en distintas ocasiones, disputando 4 partidos con el combinado de la «Die Mannschaft».

Fernando Arturo Patterson, jugador guatemalteco de nacionalidad, aunque costarricense de nacimiento, fue autor de 35 goles a lo largo de su trayectoria como portero de fútbol. Se desarrolló en el fútbol guatemalteco prácticamente durante toda su carrera, en clubes como Cobán Imperial, Xelajú Mario Camposeco, Deportivo Caotepeque y algunos más. En Costa Rica, jugó para Municipal Turrialba y AD San Carlos. Materializó, a lo largo de su trayectoria deportiva profesional, un total de 35 goles. Es el portero centroamericano que más goles ha conseguido en la historia.

ALBERTO VEGUE

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