El Trencadís es la aplicación de azulejos perfectamente colocados, unidos por una argamasa. Es un sistema creado por el artista catalán Antoní Gaudí. Estas obras formadas por los mosaicos son muy característicos en el paisaje catalán.
Messi y el FC Barcelona, en la figura de Josep Bartomeu, están obligados a “armar” un trencadís para que el crack argentino, termine su historia en el club como realmente se merece. Este viaje maravilloso que duró 20 años no lo deben resolver los abogados, sería una pena aún mayor.
Messi ya es un ex-jugador blaugrana. Más allá de cuestiones legales y administrativas, su cabeza ya se desconectó del equipo culé. El se considera jugador libre porque aduce que el último año de su contrato puede negociar con cualquier club que este dispuesto a contratarlo. Barcelona, por el contrario, se ajusta a su cláusula de rescisión. Bartomeu no quiere pasar a la historia como el presidente que firmó el traspaso de Lionel Messi.
Si no se ponen de acuerdo, Leo puede quedar un año sin jugar, deberá sentarse a esperar junio del 2021 cuando allí sí, será definitivamente jugador libre sin cláusula de rescisión. Manchester City no tiene dinero para afrontar una operación de semejante calibre y además sería inoportuno entrometerse en un conflicto legal entre un futbolista y un club. Para el mundo del fútbol sería un shock que el mejor jugador del mundo no juegue una temporada .
Llegó a La Masía a los 12 años con mucho sueños en su bolso, sin dudas los cumplió todos. Llevó al club a lo más grande, a jugar un fútbol como jamás vimos. Se imaginó terminando su carrera vestido de blaugrana, pero cansado de los destratos dirigenciales un día dijo basta.
Los aficionados blaugranas se imaginaban una despedida como las que tuvieron Xavi e Iniesta, por ejemplo. Una estatua al lado de Johan Cruyff pero la vida a veces tiene giros inesperados. Faltan capítulos a esta historia, Messi y Barcelona se deben una charla y que la historia si, se cierra, no sea un adiós, sino, un hasta pronto.
Gustavo Sánchez
@ustavojs