
Un vendaval celeste azotó al United en el derby de la ciudad de Manchester. Fue 6-3 porque el equipo de Pep Guardiola en el segundo tiempo decidió gestionar las energías y porque el rival tuvo un poco de amor propio de maquillar la goleada. Haaland y Foden marcaron 3 tantos cada uno, Martial 2 ocasiones y Antony los goleadores visitantes.
Ocho minutos tardó el City en llevar al marcador la superioridad en el juego. Voraz en la presión, agresivo en los duelos, rápido en la circulación del balón. Nunca se pudo ubicar en juego el equipo de Ten Hag, superado en todas las facetas del juego.
Minutos más tarde apareció. Haaland, la bestia del gol. Si las lesiones no se ensañan con el noruego, daría la sensación que va a pulverizar todos los números vistos hasta aquí. Un jugador nacido para marcar goles, todo lo que toca termina en el fondo del arco. Lleva 14 goles en 8 partidos, él solo tiene más tantos que 14 equipos de la Premier League. Bestial.
Otra mención especial es para Kevin de Bruyne. Encontró en Haaland el socio ideal. Los pases del belga para el noruego son poesía pura. Hoy una belleza de asistencia en el tercer tanto. Gran partido colectivo del equipo, donde sobresalió Grealish cada vez más lúcido por el costado izquierdo, haciendo daño cuando encara como en el Aston Villa.
Otro punto altísimo es Akanji. El central suizo entendió el juego del City a la perfección. Implacable por arriba y por abajo, contundente en la marca y excelente en la toma de decisiones con el balón en los pies. Fichajazo para elevar el nivel de la defensa ciudadana.
En el Manchester United tal vez se salve del desastre Antony por el gol y porque mostró algo de enjundia. El resto no pudo mostrar lo bueno del equipo hasta aquí. Era un buen examen para saber donde se encontraba parado el conjunto de Ten Hag. Está varios escalones del Manchester City, por ese motivo el objetivo debe seguir siendo clasificar a la próxima Champions League. Un golpe de realidad.
[…] Gustavo Sánchez […]
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