
Cristiano Ronaldo llegó al Manchester United en el año 2003 como una promesa y tras 292 partidos y 118 goles se marchó como un astro del fútbol rumbo al Real Madrid que golpeaba insistemente a su puerta y esas oportunidades no hay que dejar pasar, porque dicen, que el tren pasa una sola vez en la vida.
Bajo las ordenes de Sir Alex Ferguson ganó todo lo que se propuso, fue amo y señor de la banda derecha, hizo todo lo que quiso, con gol incluído en la Final de Champions en Moscú ante Chelsea.
Hoy regresa con la camiseta de Juventus a un lugar que lo ama, que siempre estará en el recuerdo de sus aficionados y ese cariño lo recibirá como una caricia y más que en el vestuario del Madrid hay en estos momentos un polvorín a punto de estallar. La continuidad de Lopetegui está en el aire, rumores que Marcelo se marcharía en enero de Juventus para jugar con su amigo Cris.
Isco cansado de que le hablen de Cr7 estalló: “no podemos buscar la solución fuera del club, tenemos que mirar dentro del vestuario porque hay soluciones de sobra para hacer muchos goles. No podemos estar llorando por alguien que no ha querido estar aquí».
Cristiano ahora mismo se debe mirar al espejo y se verá más guapo, más talentoso, más goleador, más crack, una sonrisa que no puede disimular, así es el portugués y su ego.
Comentado el regreso a Manchester de Cristiano, se jugó el partido y la Vecchia Signora lo ganó con autoridad, un resultado corto en el marcador pero sobrado en el juego. El gol de Dybala en el arranque del encuentro le dió más soltura para desplegar el juego que propone Allegri. Pjanic en el mediocampo fue el dueño del juego, todo pasó por él. Futbolista de excepción.
Pasada la primera rueda, la Juve ya afrontó las 2 visitas más difíciles y las ganó con solvencia sin recibir goles, ya casi está en octavos. En cambio Manchester United es un equipo pálido, sin vuelo. Mourinho se quiere ir al Madrid pero los temas contractuales son siempre ríspidos, los dueños del United no se la harán fácil.
Gustavo Sanchez