
Milán sacó adelante esa clase de partidos que se celebran con mucha euforia en el momento pero al final del torneo esos 2 puntos “extras” van a cotizar como oro. Las últimas fechas cuando la presión final apriete, allí los jugadores Milanistas recordarán el gol de Theo Hernández en el minuto 92 frente a Lazio.
Se puso en ventaja 2 a 0 pronto. Misma situación sucedió la fecha anterior ante Sassuolo, el equipo entra enchufado y tiene dinamita arriba con Rebic y Leao. El portugués está en un gran momento, su explosión lo vuelve incontenible para la defensas rivales. Mientras esperan por el regreso de Zlatan, el croata Rebic lo reemplaza con sacrificio y goles. No tiene el talento de Ibra, pero ha hecho que el equipo no lo extrañe tanto al sueco.
El campeonato no ha llegado ni a la mitad, falta mucho, pero los 10 puntos de ventaja sobre la Juventus hace que el Scudetto a día de hoy sea un mano a mano con el clásico de la ciudad, el Inter acecha apenas un punto atrás. La Vecchia Signora no puede salir de su irregularidad, el equipo de Andrea Pirlo gana y pierde, eso hace que se le escapen los de arriba. Al bianconero no hay que darlo por muerto, con 9 scudettos consecutivos no se va a dar por vencido tan fácilmente.
Diez victorias, cuatro empates. Por ahora Milan no conoce la derrota. El equipo crece partido a partido, los triunfos levantan el estado de ánimo del equipo. Varios jugadores en buen nivel permiten ilusionar al tifoso. Çalhanoglu conduce al equipo, Saelemaekers imparable en el uno contra uno. Romanogli y Kalulu muy seguros en la zaga.
En definitiva, Milan marcha puntero y se pregunta ¿Será este el año de volver a gritar campeón?
Gustavo Sanchez