
Manchester es una ciudad que respira fútbol pero no sale el sol. Siete meses al año el cielo está cubierto de nubes, por eso el fútbol y el rock son un buen motivo para disfrutar de la ciudad, a pesar de que el sol se asoma poco por esos lados. Oasis, The Smiths, Joy Division, Simply Red, New Order y Chemical Brothers son, tal vez, las bandas más conocidas que ha dado al mundo la ciudad inglesa.
Se jugó el clásico de la ciudad. En 90 minutos salió el sol y hubo rock del bueno. Partido vibrante desde el comienzo, el City de local en el Etihad llevando la iniciativa y el United castigando una y otra vez a la contra castigando el flojo repliegue del equipo skyblue. Sin ayuda en las cobertura Angeliño no pudo contener al desequilibrante Daniel James.
Los diablos rojos golpearon pronto por duplicado y dejaron tocado al City. Una vía directa a la felicidad fue el pasillo derecho para el United. James indescifrable en el 1 contra 1 ahondó en la herida celeste en todo el partido. De Bruyne no pudo gravitar, David Silva no está en su mejor momento y Sterling frenado por Wan Bissaka en toda la noche.
Si los jugadores más talentosos no pueden imponer condiciones, al City le cuesta llevar el ritmo de los partidos. A 14 puntos del Liverpool, la Premier está sentenciada salvo una catástrofe de parte del equipo de Klopp. El equipo de Guardiola pagó caros tantos errores en estas primeras fechas y la consecuencia es quedar eliminado de la Premier League en el mes de diciembre.
Sin torneo local, el Manchester City asume como reto número 1 pelear la Champions League, para el equipo un desafío enorme luchar por llegar a la final de Estambul, para Pep, regresar a una final de Europa, hecho que no sucede desde 2011.
Manchester siempre nublado pero hoy salió el sol aún de noche para los Red Devils. Segundo triunfo consecutivo de los importantes: ante Tottenham el miércoles y el clásico de hoy. Solskjaer toma aire y sigue en la montaña rusa de entrenadores.
Gustavo Sánchez