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Josep María Bartomeu aprovechó el triplete del 2015 para ganar las elecciones. Fue un triunfo personal y al mismo el principio del fin para el proyecto deportivo del conjunto blaugrana. A partir de ese momento el club equivocó el camino. Erráticos en materia de fichajes, nunca supo renovar la plantilla cada vez con más peso en el club. Un aviso de lo que podía llegar a suceder ocurrió la temporada pasada en Anfield Road, el viernes el Bayern Múnich dictó la sentencia definitiva.

En el estadio Da Luz de Lisboa 6 titulares de aquella final en Berlín enfrentaron al Bayern. Una plantilla envejecida con evidentes síntomas de agotamiento frente a un equipo alemán que derrochaba energía. La jugada de Alphonso Davies ante Nelson Semedo retrata la imagen de ambos equipos. Aviones alemanes frente a futbolistas exhaustos físicamente .

La plantilla desde el 2015 que precisaba una renovación que la dirigencia demoró temporada tras temporada por el poder que ganó la plantilla dentro del vestuario y por los errores en las contrataciones. André Gomes, Junior Firpo, Lucas Digne, Yerri Mina, Martin Braithwaite, Dembélé, Coutinho y siguen los nombres. Muchos jugadores, casi nadie se ha podido consolidar en el primer equipo.

FC Barcelona precisa cambios en forma urgente. Es probable que el tiempo de Bartomeu haya terminado. Adelantar elecciones podría ser el camino para despejar el horizonte. Un nuevo presidente con un nuevo entrenador que tome la decisión de renovar la columna vertebral del equipo ayudará a recomponer al club.

Con un escenario más claro tal vez permita que Leo Messi recupere las ganas de terminar la carrera en el Barça, de lo contrario en el futuro inmediato, verlo con otra casaca no sería nada descabellado.

Gustavo Sanchez

@balondominado