Messi no entiende el cambio y sale con cara de pocos amigos. Psg ganó sobre el final y sigue puntero. Foto marca.com
Tener en la plantilla una constelación de estrellas es ambicioso y apetecible. Tanto talento desparramado en el campo te acercarán, sin dudas, a la victoria. No todo es alegría y armonía o ese es el objetivo que se debe plantear el entrenador. Debe tomar decisiones que afectan los egos de las super estrellas. Ya dejábamos la inquietud en una columna anterior cuando nos preguntábamos a quien reemplazaba Pochettino si debía proteger más la zona media. Ya había habido antecedentes de Kylian Mbappé o Neymar con caras de enojados o negándole incluso el saludo a Thomas Thuchel.
Hoy con el partido 1 a 1 el entrenador argentino decidió quitar a Messi para que ingrese Hakimi. La idea era darle más profundidad al ataque con el marroquí. Pocas veces fue reemplazado el crack argentino y menos con el partido sin estar sentenciado. Caras, gestos que denotan que no le gustó ni un poco el cambio. Situaciones que cuando el equipo gana, pasan página rápido, ahora en cuanto el equipo no gane, las críticas estarán al pie del cañon.
El partido fue una continuidad del nivel que viene mostrando esta temporada el París Saint Germain. Le cuesta generar juego, solo prevalece por el peso específico de sus figuras. Lyon lo puso en aprietos en varios pasajes del encuentro, el conjunto de Peter Bosz encontró campo fértil para correr y al local le costó horrores el repliegue. La mala puntería y Donnarumma evitaron una noche de fastidio.
Lyon lo tenía controlado pero un regate de Neymar dentro del área terminó en penalti que el brasileño canjeó por gol. Sobre el final un centro preciso a la cabeza de Icardi estableció el 2 a 1 definitivo. Jugador de pocos movimientos, su lugar en el mundo que es ese metro cuadrado dentro del área es letal. Cabezazo impecable para dejar sin opción a Lopes.
6 victorias en 6 juegos y dejó en el camino a uno de los equipos que más peligro podía causarle. A este ritmo puede ganar las 19 fechas de la primera rueda, salvo que suceda algún pequeño despiste. Despiste que tuvo en el debut de la competición anhelada. La madre de todas la batallas, las Champions League. El empate ante Brujas fue un llamado de atención pensando en la primera final del torneo, Manchester City espera en la próxima fecha.
Pochettino tiene trabajo por delante, mejorar el juego del equipo y administrar los egos de la plantilla.
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